Los psicólogos del deporte podemos ayudar a los deportistas a recuperar su motivación, a tener mayor confianza, a lograr la concentración óptima mientras compiten, a controlar el estrés y tomar el mando de la situación aprendiendo nuevas estrategias de conducta, etc.


Los deportistas que atendemos no tienen problemas psicológicos, de hecho se ha constatado que en el contexto del deporte no se suele encontrar un mayor número de personas con trastornos clínicos sino probablemente menos. No obstante es obvio que aunque se pueda tratar de deportistas profesionales estos no están exentos de verse afectados por problemas personales, familiares y por aspectos económicos.


Contratar un servicio de Psicología del Deporte es disponer de más medios que pueden ayudar a deportistas, entrenadores y equipos a mejorar su rendimiento, a conservar el nivel adquirido a pesar de las circunstancias adversas que se puedan presentar, y, a recuperarlo si se da el caso.

Tras el dialogo con el deportista y/o el entrenador continuaremos el proceso de evaluación previa a la intervención con la que generaremos un orden de prioridades. Con la intervención psicológica pretendemos producir cambios, que tengan su reflejo tanto en las mejoras de rendimiento como en un mayor disfrute y satisfacción por parte del individuo de su vida deportiva. Junto con el psicólogo deportistas y entrenadores aprenderán a determinar correctamente sus objetivos, y entre ellos las metas que establezcamos para la intervención psicológica a corto, medio y largo plazo. Hemos de evitar caer en el error de esperar resultados inmediatos.


Los recursos tecnológicos actuales nos permiten ofrecerle los servicios a menor precio dado que no consumiremos mucho tiempo en entrevistas de evaluación, estas serán y durarán lo estrictamente necesario, dado que podemos emplear herramientas online (incluso con cuestionarios para grupos de deportistas) automatizando algunos procesos así como nos es posible analizar actuaciones deportivas que hayamos grabado en vídeo o que ustedes nos hayan podido proporcionar.


Un deportista puede estar muy motivado pero a pesar de ello no jugar o competir como le gustaría a él o ella, o como espera su entrenador. El rendimiento no se reduce únicamente a la variable motivación, quizás el problema esté en el control de la ansiedad, o en la toma de decisiones, o en las estrategias de comunicación empleadas, o en cualquier otra cosa y he aquí una de las funciones del psicólogo, averiguarlo para poder proponer ejercicios eficaces.